‘Gritan los huesos’, de Marisa Rando en recuerdo de Manuel Romero Rodríguez

Nos envía Marisa Rando Romero el siguiente escrito, en recuerdo de su abuelo, Manuel Romero Rodríguez, de Belmez. Nos cuenta que no saben cómo murió, que su «abuela buscó por todas partes pero no encontró nada«. Gracias al proyecto CONCORD, ahora sí se dispone de información, ahí aparece su expediente completo.

«Gritan los huesos en las cunetas, pero sólo los más viejos saben dónde cavar porque se lo contaron sus padres y sus abuelos hace muchos años.
En muchas casas el murmullo se hizo clamor.
-Si alguna vez se puede, tu abuelo está enterrado en…
Se los llevaron de madrugada y los mataron como a perros; antes, después y durante la guerra.
No murieron luchando en ninguna batalla.
Muchos ni siquiera eran soldados, ni rojos, ni azules. Pero les dieron muerte porque pensaban de otra manera y no apoyaban un golpe militar. Porque no eran de derechas ni ultracatólicos.
Se les acusaba de crímenes; de asesinatos y violaciones que nunca cometieron.
Simplemente se afiliaron a un sindicato, o no iban a misa.
Quizás simpatizaban con algún partido de izquierdas. O por pura envidia. Denunciados porque alguien ambicionaba sus tierras o su negocio.
Primero fue la crueldad de la guerra, y luego la de la represión, que sumieron a los españolistas en la oscuridad y el silencio, mientras Dios y la Iglesia apoyaban a los vencedores.
Muchos marcharon a Francia, lucharon en dos guerras, y murieron en campos de concentración como apátridas.
Y aún ahora se siguen apropiando de la bandera y la palabra patria, en la que sólo caben ellos.
No es revisionismo, ni venganza, ni una pelea entre nuestros abuelos.
Hay muchos muertos y muchas familias que quieren que los suyos descansen en paz.
Ha llegado el momento de mirar al pasado con honradez y justicia, y saber quién y por qué los mató.
Ahora sí se puede saber dónde está enterrado mi abuelo.«